Democracia Orgánica Digital, Total o Participativa
Cuantas veces habremos oido en los medios de comunicación más avanzados comentarios sobre los fallos del sistema, el excesivo poder de los partidos políticos, el cáncer maligno que suponen las autonomías o la corrupción de nuestros parásitos representantes políticos y sindicales. Aún acertando en el diagnóstico nadie parece atreverse a salir del negativismo crítico para proponer una alternativa positiva y factible, en un futuro cercano, al actual, caduco de nacimiento, sistema de partidos políticos.
Ante la inmobilidad, asombrosamente pasiva, de una derecha siempre interesada en conservar privilegios, o el interés histórico de la izquierda en sacar tajada del sufrimiento del pueblo (a más sufrimiento mayor tajada) reduciendo todos los problemas a la elección entre monarquía o república (su república), tendremos que ser los españoles de a pie, posiblemente los menos indicados para teorizar sobre sistemas políticos, quienes nos sintamos obligados a mover ficha en ese sentido.
Sin duda,a la vista de las numerosas encuestas o "referendums" (llamar a un teléfono significa Si y llamar a otro teléfono significa No) que distintos medios ofrecen a sus seguidores, de su inmediatez y de lo sencillo que es participar en ellos, todos nos hemos preguntado: ¿y entonces para que queremos pagar políticos profesionales? Si estas consultas se organizaran, institucionalizaran y sus resultados fueran vinculantes; ¡No los necesitamos para nada! Pues en eso consiste precisamente esta propuesta de una moderna Democracia Orgánica; en tomar las decisiones nosotros mismos prescindiendo de los intermediarios políticos corruptos. Eso sí de una forma ordenada y equilibrada en función de los conocimientos y experiencias vitales de cada uno para evitar caer en un caos mayor que el que se quiere combatir.
Ello es posible utilizando las nuevas tecnologías de telefonía, internet, televisión, DNI electrónico con puntos, lectores de huellas digitales, teléfonos electorales etc... en beneficio de la comunidad. Naturalmente el procesado de los datos sería fruto de una decisión voluntaria del individuo ya que no se trataría de un comunismo. Hay que aclarar que tanto los medios técnicos a utilizar, como los sistemas empleados con el fin de controlar la limpieza de las votaciones pueden variar y no son aquí, por el momento, objeto de análisis ya que suelen considerarse problemáticos. No lo serían tanto en un sistema de consultas basado en referéndums con un número de opciones reducido, tal como se hace actualmente con las encuestas televisadas. Además la superación de los problemas técnicos que implique el control electoral es solo cuestión de tiempo ya que la tecnología existe.
En el caso de no poder asegurar la limpieza de las consultas por medios electrónicos se usarían los tradicionales.
Nos engañaríamos si pensaramos que en una Democracia Orgánica podremos tomar todas las decisiones que queramos sin ningún tipo de límites. Como cuando durante la República propusieron someter a votación la existencia de Dios. Esa es una característica propia de la democracia inorgánica que nos ha arruinado.
En la D.O.D existirían límites. Pero existirían por el bien de todos y no para preservar los privilegios de nadie.
Características electorales.
Algunas de las características que me parecen imprescindibles en una Democracia Orgánica avanzada e institucionalizada, para armonizar derechos y obligaciones del individuo para con el resto de la sociedad, podrían ser:
- Sistema bicameral (pero virtualmente multicameral) directo y transparente, sin apenas intermediarios, basado en la Meritocracia.
Una cámara popular integrada por la totalidad del censo electoral y otra, que serían las Cortes Orgánicas, que incluiría juristas y destacados técnicos y especialistas, o sencillamente de personas que puedan demostrar una mínimamente exigible capacidad intelectual, elegidos por sufragio orgánico universal como independientes en listas abiertas. Ya sean apoyados o no por alguna asociación política. Esta última incluiría además un bloque corporativo sindical y profesional con un representante por rama y otro municipal con connotaciones regionales. Todos elegidos democráticamente. Ambas orgánicas o al menos parcialmente orgánicas.
La Cámara Popular es Virtual y podría actuar como un Congreso, en el sentido de proponer leyes, o un Senado, aprobando o denegando las leyes de las Cortes.
La cámara popular es una sola cámara virtual, pero en realidad son dos cámaras unidas, puesto que representa por un lado los méritos individuales de la persona, y por otro lado su ubicación laboral corporativa. Algo parecido cabe decir de la cámara con representación selecta elegida en listas abiertas, más una representación corporativa, igualmente electa, y otra municipal.
Personalmente veo la Democracia Orgánica Digital o Participativa como un sistema electoral más pragmático, versatil y con muchas más posibilidades de desarrollo que el trasnochado y corrupto sistema actual aportando un políticamente inédito concepto de voto y elecciones.
Las Cortes Orgánicas constituirían, por sí mismas, un sistema completo capaz de funcionar de manera mucho más eficiente que las actuales al ser mucho más representativas de la sociedad. Resolverían los problemas en lugar de crearlos.
Constituidas por un Tercio Sindical para representar al mundo laboral, Tercio Municipal con connotaciones regionales, Cámara Política (de Arrese) en representación de las ideas. Más un pequeño grupo de procuradores corporativos en representación de la Familia, los Padres de Alumnos, la Academia de la Lengua y algún otro por méritos.
- Sin políticos profesionales y sin partidos.
La mayoría de los políticos profesionales que alcanzan el triunfo, lo único que respetan es su nivel de vida y promoción personal en el aparato del partido, a costa de lo que sea, lo que termina alejándolos del sentir de la sociedad.
Los partidos políticos y quienes los dirigen son sencillamente nefastos. Manejan datos, ideas e incluso obediencias que no comunican a sus votantes ya que si las comunicaran seguramente no les votarían. Parecen tener dos programas; uno para el electorado y otro oculto que es el verdadero y además, sobre todo en las izquierdas, carecen de Fe y del sentimiento de pertenencia a una Nación, que no es lo mismo que el nacionalismo o su contrario; el mininacionalismo o nacionalismo invertido (en vez de querer ser más Grandes, aspirar a ser Mas pequeños). Por lo que priman los intereses personales y de las ideologías por encima de los del conjunto de los españoles.
En una Democracia Orgánica avanzada y moderna no puede existir partido único.
- Todos seríamos diputados o senadores.
Y cualquiera podría proponer una ley positiva (también en sentido de no negativa o destructiva) o retirarla si obtiene suficientes apoyos en la Red al estilo de la democracia directa que se practica en Suiza. Se realizarían las consultas y propuestas urgentes a diario como si toda la Nación fuera un congreso y un senado. En menos de 12 horas se habría decidido sobre una situación de emergencia. El resto de las propuestas no urgentes se votarían por lotes semanal o mensualmente para facilitar la información, la reflexión y evitar un exceso de politización y estrés en la sociedad. El voto no sería gratuito, habria que abonar su coste real según el medio que se utilice para votar. Podría ser secreto o no, y se primaría la participación de quienes estén auténticamente interesados en las cuestiones. (Como mínimo se contabilizarían varios miles de votos, con lo cual el resultado sería más representativo de la sociedad que los votos del congreso actual).
Los resultados se publicarían en internet mediante una base de datos oficial en la que cualquiera podría comprobar su voto e incluso cambiarlo en un plazo de siete días, lo que en la práctica equivale a una segunda vuelta electoral. De esta manera la única posibilidad de fraude electoral sería inflar el censo con teléfonos falsos o de difuntos pero pienso que esto se puede controlar con cierta facilidad. Solo hay que tener la voluntad de hacerlo.
Para las personas mayores que lo deseen existirían teléfonos fijos o móbiles con funciones simplificadas, que solo podrían llamar a líneas oficiales en las serían automáticamente identificados. Igualmente para todos los que quisieran participar de esta manera. Las posibilidades tecnológicas son amplias.
Un Pueblo español libre, sano y no mediatizado por ideologías extrañas controlaría las Cortes (y viceversa) y éstas al Gobierno.
En el peor de los casos quedaríamos igual que ahora, ¡pero sin chupones!
- Los votos tendrían valores diferentes o puntos.
Según las características personales de cada votante y la clasificación del proyecto de ley sometido a aprobación pública.
Todos somos iguales y sin embargo diferentes. Quien posea más conocimientos sobre una materia, más puntuaría en dicha materia. Quien se encuentre afectado por una situación de desamparo como el desempleo (salario mínimo estatal) más puntuaría en temas sociales; concepto que se me antoja innovador y equilibrado. Los cursillos oficiales proporcionarían puntos al igual que, por ejemplo, el Permiso de Conducción, los servicios sociales voluntarios o determinadas enfermedades y minusvalías (Ayudar al que vale-Vale quien sirve-Servir a quien necesite ayuda).
Existirían puntos genéricos, como el otorgado por la nacionalidad y particulares para una o varias cuestiones. Por ejemplo una titulación universitaria equivaldría a un punto o fracción genérico por el nivel cultural y otro punto o fracción particular para la especialidad que corresponda.
La idea es que la superación personal de los trabajadores sea reconocida, al igual que la de los estudiantes, tanto con las titulaciones obtenidas en los centros oficiales, que provisionalmente suplan a las Universidades Laborales, como posteriormente.
Es decir; lo que se puntuaría sería la superación personal en general y no solamente la adquisición de un nivel cultural universitario.
Obtener puntos o fracciones sería tan sencillo como entregar un curriculum, aunque todos sabemos que, en un futuro próximo, este tipo de datos podrían estar digitalizados. Si es que no lo están ya.
Obviamente por mucho peso que supongan los votos cualitativos en una cuestión, nada podrían hacer sin contar con el resto de la sociedad.
Igualmente aplicable a los ayuntamientos, las diputaciones provinciales y los sindicatos.
- Los proyectos de ley serían clasificados.
En función de las "corporaciones" o grupos sociales afectados directamente por dicho proyecto de ley, se clasificarían en tantos grupos como ramas corporativas existan, aunque casi siempre un proyecto de ley o normativa de cualquier tipo afectará directamente a varios grupos y no solo a uno.
Toda legislación afecta directamente a unos e indirectamente a todos, por lo que todo el censo dispone como mínimo de un punto genérico para votar. Pero si además pertenece a una "corporación" o grupo social directamente afectado por dicho proyecto su voto tendría que tener más peso.
Será función de las Cortes determinar las corporaciones directamente afectadas y cuyos votos valdrán un punto más en la versión simplificada de D.O.D. Mientras que en la versión completa de D.O.D las Cortes lo que harían es definir los grupos de puntos o corporaciones virtuales que se activarían en cada votación.
Ejemplo práctico de votación: El precio del combustible (en un hipotético monopolio estatal)
En el sistema que propongo no existen los impuestos indirectos para los productos de primera necesidad ni subvenciones (otra cosa son las importaciones, y tal vez los lujos y los vicios legales) por lo que cada producto vale su precio real, de esta manera los problemas se señalan ante toda la sociedad en lugar de maquillarlos, ¿cuantas veces nos suben la gasolina para tapar la mala gestión de los políticos en otros campos que nada tienen que ver con el petróleo? No solucionan la fuente del problema sino que suben el precio del combustible para taparlo.
Por lo tanto el precio de la gasolina es una consecuencia matemática en sí mismo y no se puede votar.
¿Eso quiere decir que nos tenemos que conformar con el precio final obtenido mediante esa fórmula? La respuesta es NO:
- Se puede proponer a qué país se le importa el petróleo en función de los precios ofrecidos y del coste del transporte, lo que podría abaratar el precio y el beneficio de las comisiones redundaría en el coste final del combustible.
- Se pueden cuestionar las comisiones de las gasolineras en función de sus beneficios y de su ubicación.
- Se puede proponer potenciar energías alternativas para los vehículos.
- Se puede elegir otra refinería o construir una nueva, un oleoducto, etc...
Quedando claro que el voto de un transportista (por poner un ejemplo) valdría, en esta cuestión, más puntos que el de un automobilista y más aún que el de un peatón. Aunque sería algo más complejo al entrar también en juego puntuaciones relativas a los méritos individuales de cada persona.
- La Democracia Orgánica Digital Total o Participativa constituiría un incentivo para el estudio y la superación personal.
del ciudadano en todos los estamentos de la sociedad. Dicha superación personal sería la base fundamental sobre la que se construiría.
- Unas Cortes, representativa de toda la sociedad, reducida en número pero de elevada calidad intelectual.
Realizarían una labor parecida al actual congreso de diputados, dando forma legal a las propuestas populares o de las propias Cortes pondrían orden en el Sistema. Pero el resultado de su actuación, ya sean propuestas propias o populares, tendría que ser aprobado en referendum con participación de todos los españoles que lo deseen.
Dichas Cortes, que serían las únicas en todo el territorio nacional, podrían constar de no más de 515 diputados (unos 170 por tercio más unos 5 procuradores de Mérito) ¿para qué más chupones? de valía demostrada elegidos democráticamente. Pero no entre cualquiera, ya que salidos del pueblo español representarían su excelencia, sino entre personas capacitadas, tanto en los diferentes oficios o disciplinas a los que representan corporativamente, como en el caso de los independientes del Tercio Político o Cámara Política. Así mismo existirían diputados corporativos entre destacadas personalidades que puedan avalar sus conocimientos o que hayan prestado servicios muy destacados a la comunidad. Un ejemplo lógico sería el diputado corporativo de la Academia de la Lengua o Real Academia Española. Lo cual sin duda redundaría en beneficio de todos.
Un diputado corporativo es un procurador que llega a las Cortes previamente elegido por su rama sindical o municipal (solo el dirigente principal de cada rama. Los diputados corporativos constituirían cerca de dos tercios de las Cortes y no se representan a sí mismos sino a su corporación. Esto quiere decir que deben actuar como portavoces de lo que haya decidido el colectivo al que representan.
Una ventaja respecto al actual sistema político sería que un diputado, ya sea corporativo o político, podría ser recusado si incumple su programa o si así lo desean la mayoría del total de sus votantes (los que votaron con voto no secreto a ese diputado en concreto) y lo expresan por la red, sin necesidad de esperar el final de la legislatura. En la web oficial de cada diputado constaría de forma permanente el grado de recusación.
En el improbable caso de colapso del sistema electoral, o sea que la gente se aburra de tanta consulta y se compute un número de votos insuficiente con resultados absurdos, las Cortes continuarían con su labor legislativa exactamente igual que ahora (pero sin chupones).
- Los sindicatos.
Serían justo lo contrario de los que actualmente padecemos y sin la menor duda verticales y desideologizados con objeto de que puedan tener representación en las Cortes (un tercio o tercio sindical).
En lugar de luchar contra la empresa la gestionarían parcialmente junto al empresario a través del sindicato de empresa o jurado de empresa con unos poderes bien delimitados pero participando de los beneficios y las pérdidas si los hubiese.
Fomentarían la creación de nuevas empresas cooperativas en lugar de dedicarse al lucro, el chantaje y el boicot.
Propondrían legislaciones a las cámaras y cooperarían con las Cortes a la clasificación de los proyectos y normativas legales además de informar y orientar el sentido en que conviene votar a sus afiliados.
Sus dirigentes y vocales, que no cobrarían ni un duro, se elegirían directamente por los trabajadores y los primeros, que serían además diputados corporativos en las Cortes (uno por cada rama sindical y éstos si cobrarían un buen sueldo), podrían ser recusados sin necesidad de finalizar el ciclo político. Si un diputado sindical es recusado por su rama sindical perderá además su representación en las Cortes, aunque siempre podrá intentar recuperar sus cargos.
- Las asociaciones políticas existirían (al igual que las culturales).
y apoyarían candidatos independientes en listas abiertas. Se financiarían con las cuotas de sus afiliados legalmente estipuladas y sus dirigentes se someterían a los mismos criterios electorales que el resto de la sociedad. Se auditarían anualmente y no se admitirían donaciones de ningún tipo. Son un complemento que asegura la libertad de pensamiento pero dados sus precedentes son potencialmente sospechosas de corrupción.
Las fundaciones culturales sin ánimo de lucro tendrían su propio marco legal que permite donaciones pero dada su posible conexión con las anteriores deben auditarse anualmente.
Nunca podrá erradicarse totalmente la corrupción, aunque puede reducirse a su mínima expresión.
Características constitucionales.
- Unas Leyes Fundamentales o Constitución.
Impedirá la propuesta de legislaciones delictivas, dañinas o corruptas así como el suicidio colectivo que supone presentar proyectos negativos (piénsese en el caso de Camboya) o contrarios a la vida o rupturistas con el resto de la sociedad y con la historia, fruto de locuras colectivas pasageras. Un tirano puede ser un asesino, pero un colectivo puede serlo igualmente. La Democracia Orgánica Digital, Total o Participativa estaría comprometida constitucionalmente con la Cultura de la Vida.
La incorporación a los datos electorales digitalizados de información personal de los electores ajena a los "curriculums" laborales y/o intelectuales, necesarios para las puntuaciones electorales, constituirá un delito de traición a las Leyes Fundamentales del Estado y al pueblo español en general.
- Monarquía o República es lo de menos.
La linea dinástica de una Monarquía que no se quede con comisiones, o bien una República no criminal; según más convenga a los españoles. Si bien de todos es sabido que la segunda república debe indemnizaciones multimillonarias, aplicando los mismos criterios de memoria histórica de sus secuaces tricolores.
Si no fuera monarquía, en principio lo que mejor casa con este sistema, debería ser una República sin relación de ningún tipo con los dos experimentos fracasados anteriores. El Jefe del Estado, Rey o Presidente de la Nueva República Española, detentaría poderes similares a los de un presidente de la República Francesa por poner un ejemplo.
- Unidad de España.
España siempre ha sido Una y queremos que sea Grande y Libre. Lo normal en cualquier nación democrática.
- Independencia del poder judicial.
Por primera vez tendríamos una democracia con libertad de expresión, prensa y presunción de inocencia pero también con justicia independiente. Ningún cargo judicial se nombraría por criterios políticos sino por Meritocracia. Un cuerpo de policía judicial vigilaría los casos de corrupción judicial.
- Respeto a la propiedad privada en los justos términos de un Estado de Equidad.
- Instauración de nuevos derechos y obligaciones.
- Derecho de Participación en la Gestión y en los beneficios que corresponda de las empresas especialmente tras la cooperativización de las mismas.
- Derecho de Legislación ya que cualquiera, con suficientes apoyos en las redes sociales, puede elevar a las Cortes una propuesta de Ley. Además de aprobar o rechazar las de las Cortes.
- Derecho de Recusación de los representantes ya sean corporativos o de elección directa (Cámara Administrativa o Corporativa y Cámara Política). Esta libertad ya existía en la Democracia Orgánica primitiva.
- Derecho de Reconsideración del Voto. En el plazo de una semana puede cambiarse el voto a través de la página electoral oficial de cada votante.
- Derecho de Voto Equitativo. El Valor del Voto va en función de las Circunstancias del Individuo dejando éste de ser un simple número. Reconociendo por lo tanto el esfuerzo, el conocimiento y la dedicación en todas las materias. Pero también reconociendo el valor de todas las situaciones de injusticia y desamparo.
- Derecho Laboral. El Estado tendrá la obligación de proporcionar un trabajo mínimo a los desempleados, pero estos serán libres de escoger o rechazar dicho trabajo. Los trabajos ofrecidos por el Estado pueden rechazarse pero mientras esta situación continúe no se percibirán subsidios ya que serán inexistentes.
- Garantía Legal. Basada en la existencia, por primera vez, de un sistema judicial independiente cuya obligación será aplicar fielmente las leyes aprovadas por las Cortes así como las Leyes Fundamentales del Estado o Constitución.
Naturalmente, como no pretendo regalar paraísos artificiales gratis, es de lógica que existan obligaciones.
- El endeudamiento de los organismos públicos.
No podría superar cuantias constitucionalmente predeterminadas. Importantes cuestiones económicas podrían establecerse por criterios proporcionales. Por ejemplo el porcentaje de gasto en defensa, en tiempo de paz, con respecto a los demás gastos en los presupuestos generales del estado: proporcional a la media ponderada entre los paises de nuestro entorno. O el salario mínimo estatal: 40% del salario medio en el sector privado. Valgan solo como ejemplos de algo que no necesita de constantes discusiones puesto que por votación popular todos cobrariamos como ejecutivos y la máquina se quemaría de tanto fabricar billetes para todo el mundo.
- Ningún español sin trabajo, ningún hogar sin pan.
Sencillamente ¡No existiría el paro! O se trabaja para el sector público o se trabaja para el Estado, en proporción al salario que abone el Estado, un salario mínimo, hasta el mismo momento de reincorporarse al sector privado. Dicho trabajo estatal podría rechazarse y no cobrar hasta la siguiente oferta. Se podría percibir toda la vida, pero trabajando un número de horas o días proporcional a dicho salario mínimo. Otra cosa sería una exclavitud, pero para percibir algo hay que trabajar algo. Las amas de casa con hijos a cargo también percibirían el salario mínimo del Estado (1). Dicho salario puede obtenerse de lo que actualmente se regala a las autonomías, patronal, bancos, partidos políticos (Más de 80 M. €), sindicatos políticos (Más de 207 M. €) y amiguetes internacionales de ambos (en el 2010 totalizaron 90.000 M €). Gracias a ellos, a su no existencia, las familias llegarían a fin de mes y el dinero volvería a circular por los barrios.
Quienes se encuentraran permanentemente inhabilitados por una enfermedad grave percibirían igualmente el salario mínimo estatal.
- Industria y Deslocalización industrial.
La deslocalización industrial es uno de los grandes males de nuestra época:
- Una multinacional que se instala en España por diez años roba el mercado a una empresa nacional española que lo haría para décadas.
- Las grandes multinacionales pretenden influencias políticas e incluso legislativas.
- La minería, casi siempre en manos de multinacionales, expolia las riquezas del subsuelo que son irrecuperables. Siempre ha generado el beneficio en otros lugares y cuando se van, los municipios afectados por la explotación se quedan medio muertos.
Por lo tanto toda nueva empresa multinacional que se instale en España debería tener al menos un 50% de capital español. Hay una experiencia contrastada de muchos años en este tema que demostró ser un éxito sin precedentes.
Presumen nuestros dirigentes de las muchas grandes empresas españolas con importantes contratos en el extranjero. Si eso es así ¿porqué no vemos el beneficio por ningún lado ¿Como podemos habernos desplomado de esta manera con tantas grandes empresas operando con éxito en el mercado exterior? Otras naciones, que sí tienen industrias de verdad, no se han visto tan afectadas por la crisis. Aquí pasa algo raro. Y es que hay una gran diferencia entre la economía ficticia, puro escaparate, y la real, cimentada en un robusto tejido industrial.
En consecuencia se aseguraría la fluidez crediticia con bajos impuestos para los emprendedores gracias a la previsible reactivación del mercado para los productos nacionales.
- La Mecanización y Robotización bien gestionada
Podría reportar grandes beneficios a la sociedad. El sistema capitalista actual ha hundido la clase media en la pobreza acentuando aún más las diferencias sociales que ya existían por lo que no parece capacitado para enfrentarse a la desaparición de oficios enteros generadora de millones de desempleados.
El estado debe ocuparse de que el beneficio generado por la explotación masiva de maquinaria automatizada repercuta en el bienestar de toda la sociedad.
- Carrera espacial.
Las reservas minerales se van agotando y las principales potencias intentarán llevarse la mayor tajada.
España tiene derecho, sola o en cooperación internacional, a buscar su gloria y su riqueza por las rutas del espacio. España ha de aspirar a ser una gran potencia espacial.
- Participación de los trabajadores en la vida de la empresa.
Todos vamos en el mismo tren. Los trabajadores participarían en los beneficios y las pérdidas en lugar de hacerlo solamente en las pérdidas. Hay varias formas de llevarlo a cabo que me parecen válidas. Lo ideal sería la cooperativización de las empresas, principalmente las de nueva creación (Esto se explica en el blog F.E.D.)
- Constitucionalmente No existirían subvenciones.
Con las mínimas excepciones como pueda ser el sistema educativo y sanitario.
No pueden existir; ya que si existiesen todo el mundo votaría para otorgarselas a sí mismo o a su colectivo. Lo que sí habría es un sector industrial público que cubriría las lagunas de la iniciativa privada (Los salarios abonados por el Estado a cambio de un trabajo efectivo o invalidez no son subvenciones).
¡Con el pan no se juega! Tiene que haber unas exigencias en materia económica que no pueden depender del capricho de una eventual mayoría. .
La Iglesia Católica, cimiento de nuestra cultura, define a Jesucristo como "Rey de Reyes". Sin embargo sus altas jerarquías llevan medio siglo pidiendo la independencia con respecto a los poderes terrenales a pesar de haber mantenido relaciones próximas a ellos durante siglos.
Todos estamos de acuerdo en que la Iglesia llegaría más a la gente y sería mejor aceptada si sus jerarquías fueran menos acomodadas y tuviesen una menor dependencia respecto a los distintos gobiernos.
Ocurre que la Iglesia carga con un enorme patrimonio histórico-artístico que tiene que mantener. Muchos donativos de sus fieles se emplean en esto. Este patrimonio puede pasar a la custodia del Estado empleando en ello los fondos que actualmente se entregan a la Iglesia (700 M. €). El Culto también posee una faceta de patrimonio histórico-artístico y sería protegido por el estado declarando de interés Histórico-Artístico todos los pasos, procesiones, romerías etc....incluyendo el Culto en edificios patrimoniales.
La iglesia desarrolla una gran labor social a la que destina cifras cuantiosas que proceden de las donaciones. En una D.O.D estas cifras serían muy inferiores.
El Estado mantiene una deuda moral y material con la Iglesia por las desamortizaciones (que tanto patrimonio destruyeron) pero la iglesia ha recibido mucho y la deuda podría estar amortizada.
El PSOE y otros partidos de izquierda, e incluso alguna autonomía, tienen una deuda millonaria con la Iglesia por la memoria histórica. Esa deuda, considerada reciente por ellos mismos, no ha sido aún amortizada.
En consecuencia la Iglesia podría conseguir su sueño de ser independiente del poder establecido y no se vería perjudicada por compromisos políticos.
El pueblo español no ganaría nada con esto, pero los gárrulos dejarían en paz a la Iglesia.
- Confesionalidad del Estado.
Sería lo más deseable pero ante la incongruencia de la Iglesia en este terreno no me parece posible.
"En algunos sectores eclesiásticos se opina, con insistencia creciente, contra la confesionalidad religiosa del Estado. Unos se muestran recelosos ante los inconvenientes prácticos que le atribuyen; otros llegan hasta negar su legitimidad en nombre de la doctrina de la Iglesia. Unos y otros suponen que la confesionalidad es incongruente, por una parte, con la independencia tanto de la Iglesia como del Estado; por otra parte, con la libertad religiosa de los ciudadanos.
No es fácil hallar una exposición razonada de tales opiniones. Emergen aquí y allá como simples alusiones a algo consabido; pero las alusiones rezuman ambigüedad. Algún documento reciente del que se podía esperar una iluminación ha dejado este punto sin aclarar y, más bien, ha aumentado la incertidumbre acerca del pensamiento de los autores. Urge en esta cuestión aislar el núcleo de valor permanente y distinguirlo de problemas accesorios".
La confesionalidad del Estado significa que sus leyes deben ser compatibles con el Cristianismo. La Constitución de EEUU es semi-confesional ya que pide ayuda a Dios y sin embargo permite la aprobación de leyes criminales.
Un Estado puede ser confesionalmente Católico (Universal) o Cristiano (Inglaterra, EEUU, Dinamarca, Islandia) y no pagar subvenciones a la Iglesia.
Un Estado puede ser confesionalmente Católico y tener un Presidente electo ateo pero respetuoso con los principios del Cristianismo.
Un Estado, al ser confesionalmente Católico, no aprobaría nunca el garrulo exterminio de curas, monjas, judíos, palestinos, no nacidos etc...
En un Estado Confesional moderno no puede existir la pena de muerte en tiempo de paz.
Si la D.O.D fuera confesional todos saldríamos ganando.
El carácter de síntesis del sistema implica la existencia de un componente inorganicista (libertinaje) moderado por el componente orgánico (orden), resultando la libertad consecuencia de la unión equilibrada de ambos. La ausencia de un estado confesional disminuiría el componente orgánico del sistema desequilibrando la balanza hacia el libertinaje.
Tal vez hubiese podido ser un acierto incluso como sistema transicional en virtud de la prudencia.
Futuro de la Democracia Orgánica.
En apariencia garantizado a largo plazo; aún sin mover un dedo. Si no trabajamos por ello sus supuestos oponentes nos la servirán en bandeja (eso si el mundo sobrevive a sus actuales gobernantes, o aún más dudosamente, a la posible experiencia de una democracia inorgánica digital). Garantizado porque se trata del desarrollo lógico y prudente de las experiencias pasadas, sin estar anclados a ellas, proyectadas hacia un futuro que no se antoja muy lejano. Lo realmente arduo va a ser proporcionarnos una Constitución adecuada. O reformar la actual de tal manera que no la reconozca ni Alfonso Guerra.
Sobre la aceptación internacional de un sistema nuevo diré lo siguiente:
1º/ ¡Nos da igual! La partitocracia ha tocado fondo y más bajo no se puede caer.
2º/ La Europa de los Mercaderes está en entredicho y el Capitalismo también.
3º/ Con la que está cayendo otros paises se verían obligados a soluciones parecidas.
Democracia Orgánica Digital buscaría un punto de encuentro PARA TODOS LOS ESPAÑOLES desencantados del pensamiento único de los partidos, que venden libertades solo disfrutables por los políticos y sus afines; las cuales no están al alcance de los ciudadanos normales. Sabemos que los políticos no van a renunciar fácilmente a sus privilegios.
Democracia Orgánica Digital puede ser la futura solución a casi todos los problemas ocasionados por los políticos.
Democracia Orgánica Digital es la solución al retorno a las cavernas que podría suponer la Democracia Inorgánica, Digital o No.
En una democracia inorgánica la opinión de alguien con una experiencia vital o años de estudio sobre una materia tiene el mismo valor que la de un ignorante en dicha materia o experiencia vital, basándose, por lo tanto, en un desequilibrio original.
(1) FE-LF
Ref.09/188457.9/13